Caen voladores de Papantla durante danza ritual en Veracruz; hay cinco heridos

junio 27, 2025.

Por: enfoquedirecto

Cinco integrantes de una cuadrilla de voladores de Papantla resultaron lesionados este viernes tras desplomarse el poste ceremonial mientras realizaban su tradicional danza en la comunidad El Águila, en el municipio de Tihuatlán, al norte de Veracruz. El accidente, captado en video y difundido en redes sociales, ocurrió a más de 10 metros de altura, cuando los danzantes ya habían comenzado el descenso.

De acuerdo con los primeros reportes, el mástil, hecho de madera y aparentemente deteriorado, cedió de forma repentina, provocando una caída simultánea de los participantes. Elementos de Protección Civil, Cruz Ámbar y la Cruz Roja acudieron al sitio y trasladaron a los heridos al hospital regional de Poza Rica. Hasta el cierre de esta edición, todos se reportaban delicados, pero con signos vitales estables.

“Escuchamos un tronido fuerte y luego gritos. El palo se vino abajo como si estuviera podrido por dentro”, relató un testigo que presenció el colapso desde la plaza central del poblado.

Patrimonio cultural en riesgo

La danza de los voladores de Papantla es una ceremonia ritual milenaria de origen mesoamericano, practicada por pueblos totonacas, nahuas y otomíes desde tiempos prehispánicos. Consiste en que cinco hombres suben a lo alto de un mástil de entre 20 y 30 metros: cuatro de ellos se lanzan atados por la cintura con cuerdas, girando en el aire mientras descienden; el quinto, el “caporal”, permanece arriba tocando flauta y tambor.

Este ritual simboliza la conexión entre la tierra y el cielo, la fertilidad y el calendario agrícola. Cada uno de los cuatro voladores gira 13 veces, sumando 52 vueltas, número que representa un ciclo completo del calendario mesoamericano. Desde 2009, esta danza está inscrita por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

“Lo que pasó es una tragedia, pero también una llamada de atención. Los palos deben inspeccionarse con rigurosidad antes de cada ceremonia”, opinó el antropólogo totonaca Julio Hernández.